Crucero del Norte 1 - 0 Juventud Antoniana.Sin dudas que Antoniana es el rival que mejor le cae a Crucero. Ya sea en Salta o en el Andrés Guacurarí, mereciéndolo o no, el Colectivero casi siempre consigue lo que busca ante el Santo salteño.
Por la 2ª fecha del Pentagonal 3 de la Reválida del torneo Argentino A, el equipo misionero se impuso 1-0 con gol de Fernando Márquez y se puso en carrera hacia la clasificación. No dio cátedra, pero mostró síntomas de mejoría y una mayor vocación ofensiva.
Aunque le costó sentar cabeza, Crucero avisó a través del reaparecido Márquez, que a los 26’ tuvo la apertura del marcador en sus pies, pero su remate, previo enganche dentro del área, murió en las manos de Bertoya.
El equipo de Dechat trató de darle un destino correcto a cada pelota, pero durante gran parte del juego cayó en la previsibilidad, Márquez y Yegros Tejada fueron bien absorbidos y Cabrera y Rodríguez poco aportaron en la sorpresa. El ex delantero de Guaraní también acarició la apertura segundos más tarde, pero tardó un tiempo y permitió el quite limpio del central salteño.
Pero a los 31’, Cuqui la hizo muy bien en el corazón del área, Bertoya le tapó el remate en incómoda posición y luego, cuando quiso cerrar la jugada desde el piso, fue tocado por un defensor y el juez no dudó en pitar la pena máxima. El propio atacante santafesino, desde los doce pasos, no sólo adelantó al Colectivero, sino que se sacó la mufa tras 10 partidos sin convertir. La última fue a fines de enero, cuando hizo el primer gol en el triunfo del Colectivero justamente frente a Antoniana, en Salta, 2-1. A poco del final del primer capítulo, Loeschbor se equivocó en la salida, recuperó Yegros Tejada y, sin ningún tipo de egoísmos, habilitó muy bien para la entrada de Márquez, quien mano a mano con el arquero dejó escapar una clarísima chance para estirar ventajas.
Y como en el fútbol perdonar es sinónimo de sufrir, no había motivos para estar relajados en Santa Inés. Las ilusiones de la visita crecieron más que nada por la floja tarde que vivió Medrano, quien abusó de las infracciones y hasta se tuvo que haber ido expulsado en el primer tiempo. Y justamente de una infracción suya al borde del área Antoniana se encontró con la ocasión más clara del empate, pero el derechazo de Rinaudo reventó el travesaño del arco de Gaona.
En líneas generales el Colectivero llegaba al descanso de manera merecida, porque si bien sufrió en su arco, originó al menos cuatro situaciones claras de gol.
En el complemento Dechat no leyó de la mejor manera lo que parecía muy evidente, dejó en cancha al defensor entrerriano y éste dejó al Colectivero con uno menos. Por suerte, enseguida nomás Loeschbor cortó bruscamente un ataque local, vio la segunda amarilla y dejó todo en igualdad de condiciones.
Los mayores espacios de ambos lados hicieron que el juego se haga de ida y vuelta, aunque ni Gaona ni Bertoya tuvieron demasiado trabajo. La solidez que contagió Matto González y el sacrificado laburo de los mediocampistas para cortar circuitos ajenos terminaron por darle los tres puntos al Colectivero, que ahora, después de mucho tiempo, sabe lo que es volver a ser puntero.
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