El Santo se alista para cumplir con una nueva fecha por la Fase Reválida. En esta oportunidad, será 9 de Julio de Rafaela el próximo rival y destino a superar. Con la certeza de que se recuperó el triunfo y la confianza “en casa”; ahora el trabajo de Adrián Cuadrado está en plena etapa de poder conseguir afianzar al equipo de visitante. Los goles que no llegaron antes, están apareciendo ahora y esto forma parte de un proceso de trabajo que viene realizando el plantel y que a la larga finalmente iba a dar resultados. Bajo un clima de paciencia y tranquilidad el hincha antoniano elige seguir paso a paso el desempeño del equipo. Y bajo una atmósfera de misterio e intriga marchan las futuras elecciones en el Santo.
“Después de la tormenta llega la calma” y hoy Juventud Antoniana quiere recuperar, recobrar y reconquistar ese terreno que cedió y que perdió en este Torneo. El “Argentino A” no terminó, no está jugando en la Fase que esperaba pero el fútbol da revanchas, sobre todo, cuando se reconoce a tiempo los errores cometidos y se trabaja sobre ellos para volver al ruedo.
El conjunto antoniano debe cambiar y abandonar definitivamente el rendimiento ciclotímico que venía teniendo y empezar a formar, como mostró en estas últimas fechas, una personalidad e identificación única que le devuelva ser protagonista en este campeonato.
El Santo, tiene elementos para salir adelante pero además tiene motivos para hacer que este equipo vuelva a las primeras planas de los diarios a nivel local y nacional. Tiene por detrás una larga historia futbolística de logros y una gran hinchada que nunca deja los sueños de volver a vivir mejores momentos. Hoy, se espera que este grupo muestre en su juego mantener el orden en todas sus líneas, el cuidado y la atención de sus defensores, la inteligencia a la hora de crear de sus volantes y enganche, la recuperación y rapidez de sus mediocampistas y la eficacia de sus delanteros.
El “monstruo antoniano” vivió y pasó por muchas batallas, supo ganarlas, otras las perdieron, festejó triunfos, sufrió derrotas, acarició finales y cayó en las profundidades de la desilusión, desencanto y desesperanza. La naturaleza de este apasionante deporte como es el fútbol es el de enseñar y en ese aprendizaje está la clave del éxito. Juventud está aprendiendo a crecer como Club y el tiempo lo guiará nuevamente a ser parte del éxito que lo llevará a la gloria.
Dentro de un mes, las riendas de la Institución seguirán por la misma senda, por el mismo camino o no pero lo que venga tiene que ser lo mejor para todos los antonianos que no quieren otra cosa que subirse al barco de la notoriedad como una entidad grande de verdad.
“Después de la tormenta viene la calma”, esta transición la está viviendo el Santo, con paciencia, perseverancia y “aguante” saldrá el sol, por ese horizonte debe encaminarse el grandioso Juventud Antoniana de Salta.
