Juventud Antoniana 3 - 0 Gimnasia (CDU).Tres puntos, tres goles y una inyección anímica importante quedó en el haber de Juventud Antoniana tras la contundente goleada de anoche a Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, con un atractivo marco de público en el Fray Honorato Pistoia.
Esta vez al santo le salieron todas: metió en el momento que había que mostrar las credenciales de lucha, jugó y aceleró cuando lo tenía que hacer, y aquella famosa fallida “puntada final” de la cuál renegaban sus protagonistas en otras frustradas batallas, esta vez brilló por su ausencia.
Sí, brilló. Como lo hizo Juventud en algunos intervalos en el primer tiempo. Como lo hicieron por momentos Matías Rinaudo y Facundo Ermini, quienes de a poco empiezan a evidenciar una levantada en su fútbol, pese a que no encontraron en Marcos Navarro, lejos de su mejor nivel, a su socio ideal para las travesuras.
Los frutos que recogió el santo, merced a su juego prolijo y su giro anímico, evidenciado particularmente por algunas individualidades, no pudo cosecharlos a su antojo en aquella primera mitad, en la cuál fue amo y señor del balón y administró las mejores situaciones de riesgo (como un cabezazo de Medina que reventó el travesaño, a los 37'). Pero sí afinó la puntería en el segundo, para aventajarse en el marcador y liquidar el pleito con dos jugadas calcadas y de pizarrón: centro de Rinaudo y cabeza de Lamolla, en el primer gol (6'). Y luego otro envío idéntico, propiedad del mismo autor, pero esta vez testazo de Medina, para darle un corte definitivo a las incertidumbres y sacar la ventaja decisiva.
A partir de ahí empezó el show para el deleite del hincha antoniano. Con toque y floreo incluido, el santo se aprovechó de un lobo que pagó sus desatenciones y dejó ir al local.
Así llegó el tercero, la frutilla de la torta, que Gutiérrez coronó tras una magnífica triangulación.
Fuente: Mariano Fradejas (El Tribuno).
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