domingo, 17 de julio de 2011

Ser el mejor sólo será posible si se conoce mejor

A menos de un mes para el inicio del Torneo Argentino A, Juventud Antoniana está en plena etapa de pretemporada a la espera de que se sumen incorporaciones y refuerzos para un plantel que quedó totalmente diezmado en comparación a la temporada anterior. Esta versión 2011 – 2012, será un poco más “gasolera” porque contará con un presupuesto medido pero el objetivo es el mismo: ser protagonistas.
Ya están Peirone, Gorostegui, Acosta, Hechalar, Miró, Barreña, Perillo; entre otros, estos son los jugadores que vestirán la banda azul y buscarán representar de la mejor manera a los colores del Santo en el Torneo. Ahora se preparan para jugar los primeros amistosos, primero con Tigre el próximo jueves a las 22 hs y después con Central Norte el 31de julio.
Hace dos campañas que los resultados  futbolísticos obtenidos nunca permitieron nuevas perspectivas, las metas trazadas nunca llegaron mínimamente a colmar las expectativas de dirigentes, socios e hinchas y las esperanzas se vieron truncadas por decisiones y manejos dirigenciales que sólo terminaron por enterrar la idea de que en Juventud el cambio podía ser posible.
En esta oportunidad, si bien fue tarde la medida impuesta, no deja de ser acertada la decisión de renovar un plantel que ya venía desgastado por las mismas “figuritas” de siempre, que no les rindieron a los últimos técnicos que pasaron y acabaron por hacer paupérrimas campañas.  
Pero las frustraciones y fracasos sumados, hasta el momento, en Juventud Antoniana tienen varios responsables; así como pasaron técnicos (Coleoni, Monzón y Solari) y jugadores es hora de que los actuales directivos reconozcan sus propios errores, equivocaciones y desconocimiento sobre el manejo absoluto de un Club deportivo.
La principal falencia que tiene el Santo, entre otras cosas, es la falta de trabajo intenso con sus divisiones Inferiores.  Es importante que un dirigente deportivo no sólo tenga un adecuado nivel cultural; actualizado en sucesos sociales y deportivos en general; entendimiento específico en administración deportiva – empresarial, contabilidad y/o economía, reglamentos, normas y legislación vigente de la disciplina deportiva a la que dirige, sino también que un directivo debe tener noción general de psicología, sociología, nutrición, fisiología y medicina deportiva; además de sistemas de entrenamientos y competencias. Organizar un trabajo planificado, estructurado y científico para conseguir satisfactorio nivel deportivo y lograr objetivos a corto, mediano y largo plazo; no improvisar. La pregunta es ¿Esta dirigencia conoce las  diferentes realidades y el contexto en el que viven y se forman sus jugadores de las inferiores?
El progreso Institucional debe ser el mayor objetivo de una Comisión Directiva, y no sólo los resultados futbolísticos de una divisional permitirán el crecimiento que necesita una entidad. El avance en Juventud Antoniana se podrá dar si realmente se hace una mejor distribución de los recursos económicos recibidos por parte de organismos oficiales (Gobierno, Municipalidad y AFA), sponsors, recaudaciones y cuotas de socios. Destinar un buen porcentaje de dinero para la cantera significará dar un paso adelante en la evolución que todos pretenden.
“El conocimiento es la mejor inversión que se puede hacer”; decía Abraham Lincoln, ex presidente de los EE.UU. Un dirigente deportivo debe estar preparado para afrontar de la mejor manera todas las circunstancias que se puedan dar en un Club, sólo los conocimientos y una formación les permitirá actuar de una forma más inteligente.
El dirigente debe trabajar, conocer y analizar cada arista que conforman a la Institución, y por sobre todas las cosas debe mantener un manejo transparente y claro del uso de los recursos que ingresan al Club, por ejemplo ventas de jugadores, y no actuar con artimañas que puedan dejar más dudas que certezas al socio. El otro interrogante que nos hacemos es ¿Por qué esta dirigencia nunca antes se interesó por darle a conocer al asociado las cuentas y balances sobre el estado del Club?

El trabajo en Inferiores y el conocimiento son valores únicos en una gestión

Después del allanamiento sufrido, Juventud Antoniana debe esperar a que se resuelva su situación judicial para que se defina cuando se llevarán a cabo las elecciones. Mientras, la atención está puesta en el armado de un plantel competitivo para disputar un campeonato que tendrá un nivel de exigencia mayor por la calidad de rivales y jugadores que tendrán los equipos.
La falta de conocimientos por parte de algunos dirigentes sobre la trayectoria de la mayoría de los jugadores de la categoría,  que estén disponibles y dispuestos a venir a Juventud Antoniana, hace que la conformación del plantel se haga aún más difícil. Rearmar una estructura futbolística de trabajo se convirtió en una tarea más que complicada para los directivos y están padeciendo una problemática y un error que ellos mismos crearon y que hoy están pagando.
El Santo supo conseguir ascensos, mantener viva la historia deportiva durante largas generaciones, obtuvo reconocimientos importantes y todo gracias a muchas personas, entre ellas socios, hinchas, dirigentes, técnicos y jugadores, que supieron dedicar gran parte de su tiempo y entregaron su vida para el engrandecimiento de Juventud Antoniana.
Por todo esto conseguido, y para sostener una mística antoniana única es necesario que hoy Juventud Antoniana se convierta en un Club formador de técnicos y jugadores y que dé la oportunidad a jóvenes dirigentes que también aman a Juventud, tienen capacidades, son idóneos, están preparados, tienen interés, energías y fuerzas de aprender y crecer, sólo ellos  podrán cambiar el rumbo del Club.
El Semillero es la base y el crecimiento de Juventud y un cambio generacional de dirigentes promete un futuro con mayores posibilidades.  “Los jóvenes son la esperanza del futuro pero merecen tener su oportunidad en el presente”.

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