S.O.S para Juventud Antoniana

Dura derrota de Juventud Antoniana por 3 a 1 ante Gimnasia (CDU), fue el resultado que consiguió en esta 8º fecha de la Fase Reválida del Torneo Argentino A, que lo deja casi sin chances de terminar primero en su grupo y dependiendo de otros rivales.

Las secuelas de este resultado negativo calan hondo en el plantel antoniano y en la interna institucional del Club, que por estas últimas horas vive momentos de incertidumbre e inquietud en un clima candente de elecciones.

Esta Campaña 2010-2011, fue irregular con rendimientos individuales y colectivos flojos, hubo partidos que permitieron soñar, a pesar de que no se mostraba solidez, fortaleza y firmeza en el juego. Las derrotas mostraron la realidad que las cosas no se estaban haciendo del todo bien y así el “Déjà vu futbolístico” del Santo se hizo presente y el camino a recorrer fue cada vez más largo, complicado y sinuoso y el destino final dejó de ser el de ascender, y se empezó a pensar en participar un año más en el Argentino A.

Fue una temporada que no colmó las expectativas de nadie, ni de los mismos dirigentes, que en más de una ocasión tomaron decisiones equivocadas, y mucho menos de los hinchas que se imaginaron a un equipo que pelearía hasta el final, en cualquier instancia del Torneo, pero no fue así.

A la ilusión que siempre invitaba este plantel y los cuerpos técnicos que pasaron, fueron solamente una insinuación y una convocatoria a ilusiones que carecían de total fundamentos verdaderos en la realidad. Porque Juventud empezó a jugar para no perder, en vez de jugar para ganar y así se convirtió en un equipo sin personalidad, identidad y terminó siendo mediocre.

¿Hay futuro?

Esta nueva frustración futbolística recae sobre la actual dirigencia que debe reconocer sus errores, que debe cambiar como objetivo la imperiosa necesidad de ascender a como dé lugar relegando al tesoro que tiene todo Club y es su semillero. Esta obligación y apuro provoca que decisiones que se eligen pasen factura tarde o temprano, hoy esta directiva debe sueldos a jugadores que llegaron para reforzar pero que terminaron siendo inútiles a los fines de los técnicos que pasaron.

De esta manera, se suman nuevos problemas económicos a los ya existentes y el panorama administrativo y judicial de la entidad pasa a ser un “dolor de cabeza” y termina truncando el futuro de Juventud.

Una renovación siempre es buena cuando algunas situaciones, posiciones, direcciones y relaciones están desgastadas y otras terminadas definitivamente. La instauración de nuevas ideas, de pensamientos diferentes y el cambio de rumbo desde lo Institucional es la opción más sana y valedera para empezar a reconstruir un nuevo porvenir en el Centro Juventud Antoniana.

No es hora de buscar responsables de esta circunstancia que le toca vivir a la Institución, es tiempo de encontrar soluciones concretas, serias y realizables a largo plazo. Nadie puede negar el sacrificio que implicó para los directivos mantener procesos y planteles, no se puede dejar de reconocer el trabajo de entrenadores que pasaron por Juventud, pero tampoco no se debe dejar de admitir que con dinero no les alcanzó y les faltó ideas; además de más esfuerzo y lucha por parte de jugadores para llegar a un éxito que en definitiva iba a ser momentáneo y sin aspiraciones a nada porque el proyecto de por sí es inestable.

El bien y el futuro del Club están en juego, para crecer y progresar ya no sirve con tener deseos nada más porque eso forma parte de los que no pueden concretar sus objetivos, hay que empezar a renovar y unir voluntades para empezar a cumplir con lo que se promete y pensar en un Juventud grande de verdad.