Se terminó el "verso"

El domingo será el último partido que debe jugar el Santo por el Torneo Clausura en búsqueda de la clasificación. Última oportunidad que tiene el plantel y su técnico para demostrar que este equipo, por lo menos, se anima a dejar todo frente a Crucero del Norte, por lo que significa Juventud Antoniana.
Será la última vez que el hincha dejará de escuchar el mismo "verso" para poder ver que lo "qué se dice y cuánto se hace dentro de la cancha realmente".
El plantel antoniano, llega a este encuentro con poca vida, pero a la vez con muchas esperanzas de que la clasificación se pueda conseguir. Además llega "incentivado" por haberle ganado a Racing, por el sentimiento del hincha que quiere ver a su equipo dejar, sí o sí, la vida el domingo y eso los debe contagiar. También, llega motivado porque la dirigencia, nuevamente, le otorgará un premio doble si consiguen cumplir con el objetivo.
El triunfo, es la única opción que tiene el Santo; pero para llegar a conseguirlo hace falta coraje, voluntad, concentración, que el DT se equivoque lo menos posible, que los jugadores no cometan errores, y estar fuerte mentalmente. Estas serán las premisas fundamentales para poder sacar adelante un partido que, sin lugar a dudas, será vivido como una final pero que también debe ser jugado como tal.
Conseguir la clasificación será la mejor manera para que se dé fin al "ciclo Coleoni", cumplir una etapa de dos años que tuvo sus altibajos, que apostó al trabajo a largo plazo pero que hoy en día no alcanza porque en el Santo la necesidad imperante es ASCENDER.
Los protagonistas del fútbol tienen bien en claro, que los resultados son los que mandan, la humildad debe estar presente siempre, la confianza en el trabajo del equipo debe existir y la seguridad en sí mismos también. La actitud debe ser la clave para ganar hasta en el peor de los partidos, el orden y la disciplina marcarán el respeto que se tiene por el trabajo que están realizando.
Los rendimientos individuales y colectivos de los jugadores permitirán la obtención de títulos. Esa será la prueba más clara para saber si un proyecto que está instalado debe continuar o no.
Pero en Juventud Antoniana no pasó nada de esto porque los resultados hasta el momento permiten "estar en la pelea" aunque no garantizan todavía nada, los rendimientos individuales fueron irregulares y por ende el juego colectivo se vio afectado. La falta de humildad los llevó muchas veces a subestimar rivales y perder puntos importantes, la confianza absoluta por parte del hincha y del dirigente estuvo desde un principio; pero sobre el final lo que parecía un castillo armado sobre bases sólidas terminó siendo un torre de naipes con cimientos inseguros y la confianza ya no es la misma.
La disciplina estuvo en duda en más de una oportunidad y esta situación se convirtió en moneda corriente en los planteles de Coleoni y la falta de actitud fue la peor imagen de verguenza que se llevó el hincha antoniano de la cancha en los últimos partidos.
Conseguir el título a esta altura es una utopía y por lo tanto si el domingo no se gana el proyecto Coleoni se terminó, sin poner excusas, sin justificaciones, sin "versos", y esto lo tiene bien en claro el mismo técnico y los mismos dirigentes que ya no se pueden permitir en su gestión un fracaso más. Lo que sí es necesario es comenzar a pensar en un nuevo proceso futbolístico en Juventud Antoniana; se gane o se pierda el domingo.
En definitiva, la clasificación es lo que debe conseguir cuerpo técnico y jugadores para devolverle a la gente antoniana, mínimamente, todo el apoyo incondicional que les dieron partido tras partido... La pasión no tiene límites y como dice la canción: "...La hinchada quedará".