Finaliza una semana demasiado "movidita" para Juventud Antoniana, sentimientos encontrados de tranquilidad e intraquilidad, ilusión y desilución, pero con las ganas de jugarse la vida con las últimas fichas que restan. Emergidos en una situación de nervios pero tratando de encontrar la calma, con un presente oscuro pero con una pequeña luz de esperanza de que todo puede cambiar el domingo.
Es una realidad que cuando un plantel no está bien adentro de la cancha se notará indudablemente fuera de ella. Es precisamente, en ese momento, donde el técnico debe tomar cartas en el asunto; en este caso Coleoni las tomó, nosé si ya es tarde o no. Lo importante es que, a partir de hoy, las cosas pueden cambiar por el bien de todos.
Después de varias semanas de duras y livianas críticas, con respecto al rendimiento y actitud de los jugadores y de cuestionamientos sobre la continuidad del entrenador; sólo días separan a los antonianos de llegar a la hora de la verdad. Este equipo de 11 futbolistas definir su futuro, terminar de hundir el barco o reflotarlo, levantar el ancla y tomar un nuevo rumbo, que nos lleve a seguir apostando a este serio proyecto que planteó desde el año pasado el cuerpo técnico y pensar en el próximo destino que debe ser el de conseguir logros importantes.
Esta semana, dejó mucho para decir y también mucho para callar, con el triunfo se puede callar todo lo malo y volver a pensar en positivo. Pero en los peores momentos es cuando las personas conocen a los que tiene a su alrededor, y una victoria no borrará algunas sensaciones que sirvirán como aprendizaje.
Que todos los antonianos queremos el bien de Juventud, es una realidad indiscutida, la cuestión es que los que representan nuestra camiseta deben sentirlo todos por igual y no sólo algunos. Independientemente de lo que pase este domingo, muchos cambios deberá tener este equipo a futuro, hoy en día SANTO PASION DE MULTITUDES, valora el trabajo del entrenador y está orgulloso de tener al frente a alguien que "no nació hincha de Juventud Antoniana pero que morirá siéndolo"...
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Es una realidad que cuando un plantel no está bien adentro de la cancha se notará indudablemente fuera de ella. Es precisamente, en ese momento, donde el técnico debe tomar cartas en el asunto; en este caso Coleoni las tomó, nosé si ya es tarde o no. Lo importante es que, a partir de hoy, las cosas pueden cambiar por el bien de todos.
Después de varias semanas de duras y livianas críticas, con respecto al rendimiento y actitud de los jugadores y de cuestionamientos sobre la continuidad del entrenador; sólo días separan a los antonianos de llegar a la hora de la verdad. Este equipo de 11 futbolistas definir su futuro, terminar de hundir el barco o reflotarlo, levantar el ancla y tomar un nuevo rumbo, que nos lleve a seguir apostando a este serio proyecto que planteó desde el año pasado el cuerpo técnico y pensar en el próximo destino que debe ser el de conseguir logros importantes.
Esta semana, dejó mucho para decir y también mucho para callar, con el triunfo se puede callar todo lo malo y volver a pensar en positivo. Pero en los peores momentos es cuando las personas conocen a los que tiene a su alrededor, y una victoria no borrará algunas sensaciones que sirvirán como aprendizaje.
Que todos los antonianos queremos el bien de Juventud, es una realidad indiscutida, la cuestión es que los que representan nuestra camiseta deben sentirlo todos por igual y no sólo algunos. Independientemente de lo que pase este domingo, muchos cambios deberá tener este equipo a futuro, hoy en día SANTO PASION DE MULTITUDES, valora el trabajo del entrenador y está orgulloso de tener al frente a alguien que "no nació hincha de Juventud Antoniana pero que morirá siéndolo"...
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