domingo, 18 de abril de 2010

Hizo lo que debía hacer, seguir en carrera

Juventud Antoniana 3 - 0 Crucero del Norte.

Rostros de satisfacción, gestos hasta de emoción y preocupación fue la sensación que dejaba el final del encuentro del Santo ante Crucero del Norte. Fue un partido donde costó encontrar el gol en los primeros 45 minutos porque el rival también propuso la lucha cuerpo a cuerpo en cada pelota. En cambio, Juventud apeló a su juego terrestre contando con la buena tarde de alguno de sus jugadores.
Lucas Rodríguez, que recibió la pelota de Navarro y en una jugada individual, con la buena técnica que lo caracteriza, pudo vulnerar la última línea defensiva del "Colectivero" y con un tremendo remate cambiándole de palo al golero puso el 1 a 0 parcial. Hasta ese momento, el primer suspiro de tranqulidad se sentía entre protagonistas e hinchas.
Pero la preocupación persistía mientras se seguía atentamente, por las radios, los partidos de Unión y Libertad. El primer tiempo, otorgaba cierta calma pero el hincha se aferraba, más que nunca, a tenerle no sólo una cuota de confianza a su equipo, sino también se aferraba a la idea de que los "milagros" también se producen en el fútbol más allá de que sea la "dinámica de lo impensado".

Efectiva y paradójicamente se dieron las dos cosas juntas, el "milagro" y lo "impensado". Porque "Dios" apareció en la cancha cuando promediaba el segundo tiempo, cuando la voluntad estaba, pero no bastaba; cuando el cansancio se apoderaba de varios de los jugadores que tuvieron su tarde mágica; cuando el juego antoniano se perdía de a poco y cuando la agonía; y los fantasmas de "Sunchales" se iban y volvían. Fue entonces cuando el milagro apareció de la mano de un extenuado Ermini que se pudo reinvidicar con la gente al marcar el 2 a 0 definiendo un oportunista mano a mano con el arquero rival.
A partir de ahí la historia cambió porque el segundo tanto fue la inyección que necesitaba el equipo para jugar cada minuto como si fuera el último. Ahí fue cuando el árbitro Walker cobró falta y penal a favor de Juventud Antoniana; Medina lo pidió y lo ejecutó. Ese fue el sello de una goleada que significó sacarse la mufa de los malos partidos jugados de local. Hoy, hicieron lo que debían hacer y era ganar como sea.
Cuando finalizó el encuentro se dio lo impensado pero no imposible, porque todos en el Martearena estaban prendidos de las radios por saber cómo iban los otros partidos de Sunchales. Los antonianos fueron los oyentes privilegiados de este milagro en el que el Santo se clasificó segundo en la tabla de posiciones del Torneo. Como corresponde porque un club grande como Juventud debe estar siempre peleando cosas importantes y es por eso que ahora el ascenso, sí o sí, es el objetivo a cumplir.

Habrá que pensar ahora que ascenso es lo único que importa. Y que si hoy clasificamos por la Gracia Divina ya es tiempo de aceptar los errores cometidos y ponerse a trabajar para solucionarlos y asegurar el pase al Nacional B. Porque el público antoniano que, una vez más, acompañó… dejó su mensaje bien en claro técnico y jugadores “… Queremos el ascenso, la banda está loca queremos volver a la B Nacional…” A cumplir señores…


Foto: Nuevo Diario.

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