Juventud Antoniana 1 - 2 Talleres de Córdoba."Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde", sentencia W.G. Ward. Eso pasó exactamente con Juventud Antoniana en su derrota como local ante el ambicioso equipo de Talleres de Córdoba. Es que el cuadro "santo" no aprovechó sus oportunidades y después demoró demasiado en darse cuenta de lo que necesitaba para revertir un resultado que le era adverso. Pero fue demasiado tarde. De todos modos, estaba visto que no era la tarde de Juventud Antoniana. Perder a su goleador Héctor Arrigo a los ocho minutos de iniciado el partido por una lesión, sufrir una expulsión, la de Loeschbor en la misma etapa, y estrellar tres veces la pelota en el travesaño, son algunos de los elementos que atentaron contra su desempeño y por ende, tuvieron incidencias en el resultado final. Enfrente, de hecho, no tenía un rival cualquiera, se trataba del líder del torneo, de un equipo ambicioso, bien estructurado y con algunas individualidades muy interesantes. Casi como un equipo de B Nacional. Y como tal no vino a Salta a defenderse, sino a buscar el partido. Por eso salió a jugar con línea de tres en defensa, por eso apostó a un juego ofensivo con un enganche bien definido y con dos bien de punta. Juventud, de todos modos, encaró el partido sabiendo lo que tenía enfrente y no se amilanó ante el golazo de Pereira. Por el contrario, con más ahinco que ideas, salvó el atrevimiento del pibe Marcos Navarro para encarar, se fue en busca de la igualdad. Y la consiguió -menos mal- después que la pelota se estrellara por tercera vez en los palos del buen arquero cordobés. El bombazo de Acosta llegó justo cuando se acababa la primera etapa. Un alivio. Pero todo se volvió cuesta arriba apenas comenzó el complemento. Porque apareció un tal Cosaro y metió un formidable cabezazo para el segundo de Talleres. Ahí comenzó otra historia, porque Juventud tuvo que modificar el planteo y cambiar piezas. Entonces dispuso achicar la defensa, reforzar el medio y apoyar más la gestión ofensiva de Navarro. Y arremetió con todo, obligando a Talleres a cometer infracciones, por lo que se quedó con 9 jugadores por las expulsiones de Monai y Martinelli. Pero Juventud siguió desperdiciando sus oportunidades, como un cabezazo de Fernández u otro bombazo de Acosta. Así hasta el final, así el destino le marcó un nuevo traspié.
Lo que dejó el partido
Las palabras expresadas de los protagonistas una vez finalizado el encuentro marcaron de alguna manera, además, una postura con respecto al tema del jugador Facundo Ermini. Para el mismo técnico escucharlo decir que con "Ermini hubiera sido otro el juego antoniano", sonó hasta un poco a excusa pero se justificó diciendo que el trabajo semanal estaba preparado en función del juego que tiene el futbolista.
Mientras, que sus compañeros no dudaron en responder que "Facundo es el plantel", un respaldo mancomunado que muestra que para muchos la decisión tomada por parte de los dirigentes de apartarlo del equipo fue apresurada e inoportuna. Esta semana, sabremos a que resolución llega la CD con respecto a este tema.
Fuente: El tribuno. Foto: Nuevo Diario
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