Debe ser una semana diferente...

En tres partidos se le vino realmente la noche al conjunto antoniano. No es para menos, se perdió en algún momento el funcionamiento colectivo del equipo a raíz del bajo rendimiento individual de varios jugadores y Juventud está pasando por una racha negativa en el peor momento, a 3 fechas antes de que finalice el Campeonato.
El Santo afronta una nueva derrota, la tercera consecutiva, y ya no se puede hablar de un traspié sino de un llamado serio de atención, tanto para los jugadores como para el cuerpo técnico. Evitar que ésto se convierta en una "caída en pique" será el trabajo del DT.
¿Esta situación es preocupante? Por supuesto que lo es y ante una preocupación es necesario ocuparse trabajando inmediatamente en recuperar, sobre todo, la memoria de áquel juego que pretendían durante las primeras fechas y trazar nuevamente el objetivo principal, que es la clasificación sí o sí.
De las últimas presentaciones mucha "tela dejaron para cortar", se observaron imprecisiones, desconcentraciones, ausencias de individualidades fundamentales en el juego que quiere Coleoni, lesiones, amonestaciones, problemas de disciplina que llevaron a que los ánimos cambien en el grupo y se manifiesten en la cancha, excusas y falta de actitud.
Quizás este último sea el punto que todos quieran negar, "dejamos todo en la cancha", es un decir de la boca para afuera porque dentro de la cancha cada domingo se presentan 11 jugadores, de los cuáles tan sólo la mitad demuestra entrega indiscutida. ¿Pero el resto?, ¿Saben que están en una Institución grande?, ¿Son concientes de que la gente no acepta un fracaso?, ¿Tienen en claro que el objetivo debe ser clasificar y ascender?.
Los que entran a la cancha cada domingo no son los únicos culpables de este presente antoniano, que esperemos cambie inmediatamente, sino que desde el banco de suplentes también está el conductor y además responsable del grupo que debe tener en claro qué es lo que se quiere y no perder la brújula a mitad del camino porque sino... nos perdemos todos.
Lo peor de todo y lo que más duele es que se pierde la ilusión de miles de hinchas que en cada partido acompañan, simplemente porque son hinchas, porque aman los colores antonianos y están en las "buenas y en las malas, y en las malas mucho más..."
Ésta, sin lugar a dudas, debe ser una semana diferente porque el equipo debe recuperar la confianza que tenía y eso llevará indudablemente a que vuelva el fútbol que todos queremos, conseguir los puntos que restan, clasificar sin sufrir y devolverle la confianza a los hinchas.
No hay que mentirse más, hay que abrir los ojos, no engañarse con discursos a la prensa "de que todo está bien", porque en definitiva reflejan, aún más, que los protagonistas no quieren ver la realidad tal cuál como es. Afrontar los próximos partidos como si fueran finales será la demostración más clara de que éste Juventud Antoniana no es mediocre, no se conforma con poco y tiene realmente "hambre de gloria" y "sed de ser campeón".

Sin tiempo para perder
Lo que se viene es Libertad de Sunchales y modificaciones en el equipo seguro que las habrá. No darle más chances a los que no dejen todo durante esta semana y plantear un partido superofensivo será la premisa de Coleoni. Los cambios se pueden presentar en el mediocampo; ésto significa que la línea defensiva se puede mantener con Peirone, Ten, Fernández y Gorostegui; en el medio, Etevenaux, Rodríguez, Domínguez, Navarro y en el ataque Acosta y Barrios o Palavecino.

Foto: Salta es del Santo.