lunes, 28 de septiembre de 2009

Un empate que dejó muchas dudas


Juventud Antoniana 1- Deportivo Maipú 1.

Dos equipos que en la teoría se presentaban como duros y luchadores se enfrentaron anoche en el Padre Ernesto Martearena, completando la séptima fecha del Torneo Argentino "A". Juventud Antoniana, jugó por tecera vez en condición de local y no pudo quedarse con el triunfo, de todos modos, el punto obtenido sirve para ubicarse segundo en la tabla de posiciones y seguir luchando, pero ahora pensando en Desamparados de San Juan.
Para el Santo, el equipo mendocino fue un rival que costó doblegarlo, que vino a Salta y se llevó lo que buscaba haciendo su mejor negocio llevándose el empate. Pero también, se enfrentó a una cancha que estaba en muy mal estado que ayudó a que se observara un fútbol para nada vistoso y por lo consiguiente poco juego por parte de los equipos.

Durante los primeros 45', el equipo de Carlos Sperdutti no jugó a nada y tampoco dejó jugar, cuando el Santo quizo empezar a hacer su juego no pudo porque se abusó del pelotazo, se tornó un partido por de más trabado y muy aburrido para la masa antoniana que se hizo presente a pesar del intenso frío. Poco fútbol, pocas ideas, imprecisiones y desorden fue lo que dejó el antoniano ante un rival que definitavemente no mostró nada.
Para el complemento, se esperaba que Juventud fuera más ofensivo y que vaya más al frente. Pero el "Cruzado", se aprovechó de una defensa dormida, que no marcó bien y a los 6' marcó el uno a cero parcial. El estadio se enmudeció, y la gente hizo sentir su presión, pedía y exigía que los jugadores avanzaran, no se quedaran atrás e hicieran su juego aunque sea a base de sacrificio y garra.
Actitud, por parte de algunos jugadores, más que buen juego fue lo que se pudo observar. Facundo Ermini, fue "el jugador antoniano" que dejó todo y un poco más, junto a Raúl Gorostegui, que estuvieron metidos en el partido. Pero solos no pueden hacer todo. El mediocampo de Juventud, fue vía libre para que los mendocinos pasaran derecho al ataque, Eric Schmil que no logra alcanzar un buen rendimiento y un Medina que hizo lo que pudo.
La idea era clara, abrir la cancha, buscar a Matias Rinaudo por derecha y a Navarro por izquierda pero todo se hizo más dificíl con un campo de juego malo y con una llovizna que hizo resbalar a más de un jugador cuando estaba la posibilidad clara de concretar algo. El técnico, con ademanes y gritos indicaba a sus dirigidos buscar los espacios para hacer su juego y tratar de mantener el orden, con un gol encima todo se hizo cuesta arriba porque Maipú bloqueó su fondo y quizo jugar con el contragolpe.
Pero intentando, de a poco, se consiguió lo que se buscaba, Besel inicia una jugada ejecutándo un tiro al área grande, César Gonzales que cabecea y Damián Fernandez que recibe el balón y la mandó a guardar en el arco de Ríos. Ese fue el momento para salir a ganar el partido, los cambios se produjeron inemdiatamente e ingresó Cáceres por Navarro y luego Arrigo por Besel.
Lo que vino después fueron intentos que carecieron de suerte y otros tantos de precisión. Un arbitraje por parte de Jose Capraro realmente malo que tampoco ayudó y con las ganas de conseguir en el último minuto el triunfo no alcanzó.
Se hizo sentir el pitazo final, y quedó la sensación de que con actitud se puede ganar partidos pero no campeonatos, con la realidad ante la vista de que este equipo antoniano tiene que corregir la manera de encarar cada partido y con la imperiosa necesidad de que el juego del Santo mejore para pensar en conseguir cosas importantes.
Foto: El Tribuno

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